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En el reportaje, contó como la primera vez que probó este Cabernet Sauvignon, fue a principios de la década de 1990 en Chile y fue en ese entonces cuando supo de Don Melchor Concha y Toro, y cómo había comenzado en el mundo del vino, cuando su esposa, Emiliana Subercaseaux Vicuña, había heredado la finca familiar en el Valle del Maipo. Gismondi, hace un recorrido por los hitos más importantes de Don Melchor, y va mencionando las diversas barreras y/u obstáculos con lo que la viña se fue enfrentando y cuáles fueron las decisiones que la ayudaron a estar donde está hoy. Así también, el crítico calificó a Don Melchor 2017 con 94 puntos y comento qué “la nariz es fragante, con un sabroso «boldo» que se cuece a fuego lento bajo la fruta negra madura salpicada de especias y sutiles toques de vainilla. Es una cosecha muy elogiada y el resultado es un Cabernet Sauvignon igualmente impresionante. Ni del todo Burdeos ni del todo Napa logra un equilibrio que, francamente, se parece poco a la Columbia Británica. Lo mejor es mantener esto durante los primeros cinco años y estar preparado para servirlo mucho más allá de la marca de los 10 años”.